Antes de comentar la importancia de la diversidad en su diseño, es aconsejable especificar la definición de consolador. Se trata de un juguete sexual que se utiliza para la estimulación directa de la vagina o el ano. No contiene bala vibradora. Sus medidas son diversas para que la persona que los use pueda elegir la que prefiera (tanto en largo como en ancho).
¿Por qué es tan importante la variedad?
Porque cada persona encuentra el placer de forma distinta. Además, también juega un papel importante el tipo de fantasía que se piense durante el uso. Por esa razón, hay diseños para todos los gustos. En lo que a material de fabricación respecta, se podría hacer la siguiente clasificación:
- Metal o cristal. Ofrecen firmeza, suavidad y una sensación bastante intensa.
- PVC. Su resistencia va de la mano de su dureza. Son recomendables para sentir lo máximo desde el primer momento.
- Gelatina. Son bastante realistas gracias a su flexibilidad y adaptabilidad.
- Látex. Son similares a los del material anterior, pero aportan un extra de higiene. Se lavan con facilidad (algo esencial para alargar su vida útil y para evitar infecciones).
¿Cuáles son los distintos tipos de consoladores?
La industria no deja de innovar en este sector consiguiendo productos siempre sorprendentes. Los tipos existentes se resumen en los siguientes apartados.
Realista
Imita con todo lujo de detalles el pene y los testículos. Suelen incluir una ventosa en su base para poder pegarlos sobre cualquier superficie. Dependiendo del material elegido, son adecuados para tener una experiencia bastante similar a la del sexo real. Es posible elegir entre todo tipo de tamaños y grosores.
De forma fálica
Son fácilmente identificables, pero incluyen aspectos distintos en su forma que facilitan el poder alcanzar distintos puntos de la anatomía. Las líneas irregulares, el juego con los volúmenes y los relieves son siempre adecuados para sentir el máximo placer posible. Este tipo y el anterior se pueden incorporar a un arnés para penetrar a la otra persona.
Plugs
Se usan en el ano y tiene forma esférica terminada en punta. Los más pequeños son metálicos y, en ocasiones, incluyen un adorno (o incluso una cola con pelo sintético). Otras versiones incluyen una base y son de mayor tamaño. Suelen estar fabricados en silicona.
Algunos modelos adquieren diversas formas y terminan en una anilla para facilitar su extracción. En todos los casos, lo habitual es que su ancho sea progresivo. Han de usarse con lubricante para facilitar su entrada y salida. Pueden llevarse insertados durante la masturbación y también sirven para dilatar el ano antes del uso de un consolador o de la penetración.
Específicos para el punto G
Son los que tienen una curvatura más pronunciada en su parte superior. Ayudan a alcanzar el punto G, y un orgasmo más intenso, con mayor facilidad.
Dobles
Pueden marcar la diferencia en cualquier tipo de relación. La penetración al mismo tiempo de las dos personas es una experiencia que puede ayudar a conseguir intensificar el placer.
La fantasía no tiene límites
Teniendo en cuenta la variedad arriba indicada, parece fácil deducir que cualquier persona puede protagonizar su fantasía con el producto que prefiera. Elegir la textura, el grosor y el tamaño es siempre el primer paso para concretar el tipo de placer que se quiere sentir.
Elegir bien la opción más adecuada para cada persona es sinónimo de apostar por una sexualidad más sana, por conocerse mejor y por probar la diversidad de opciones existentes hasta encontrar la más adecuada y la que más se adapte a tus gustos y fantasías. Disfrutar del sexo está al alcance de la mano.
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